Mediodía con lluvia.
El olor a tierra mojada no irrumpía en la cocina donde el laurel era el dueño del espacio.
En la radio, Bola de Nieve se abría paso imperativamente. Bailaron... bailaron dejándose llevar por la música. Desoyeron las palabras al piano..."Vete de mí..."
Bailaron sin hablar, sin medir los pasos, alrededor de la mesa, mezclando los cuerpos, saciándose infinitamente.
3 comentarios:
Este tambien lo había leído, estan buenos.
Hermoso, uno puede ver a Bola de Nieve.
Hermoso. Uno puede ver a Bola de Nieve.
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