sábado, 4 de junio de 2016

VERANO

El olor a tierra mojada no entraba a la cocina donde el dueño del espacio era el laurel.
La canción en la radio. Bola de Nieve se abría paso imperativamente.
Ellos bailaron... bailaron dejándose llevar por la música, desoyendo las palabras al piano: "Vete de mí..."
Bailaron sin hablar, alrededor de la mesa. Mezclaron los cuerpos hasta saciarse.
Los acordes, el idilio y los aromas fluían por el aire y por sus manos.

domingo, 10 de enero de 2016

Elipsis

Certera muerte

             cedió su sombra.


Es tu piel la que en mi piel perdura.


Tu latido después

             en mi pecho reina.


Mi boca

        sabe

             tu boca todavía

sábado, 26 de diciembre de 2015

 CONJURO


Sobre la grieta
seca y ancha,
nacida del polvo y la ceniza caen
el agua fresca y
la sal de tu piel
con la fuerza impetuosa del universo

Irrumpe entonces, la flor,
ofrendando
sus gineceos al viento,
negando el nombre al desierto
inaugura la posibilidad de la simiente.

Tu voz,
la lluvia que renueva el paisaje,
trae
los pájaros y 
el verde amplio a las hojas.
            
El alivio del rocío nocturno que
como cuarto creciente,
o un iceberg,
deja a los ojos sólo una parte;                                             
los motivos,
las dudas,
los deseos,
bajo el abismo absoluto
de la grieta que
subversiva
rompe 
el concepto geográfico de su espacio
para darle
la bienvenida
a los colibríes.

domingo, 20 de diciembre de 2015

En el umbral

Delante de las ventanas
y el verde,
frente a mi desaliento, lates 
en el repiqueteo de los años nuevos
salpicado por la lluvia que pasó.
Es en mis días,
mis adentros donde 
trasuntan terribles avatares,
a veces procaces. 
Anárquicos como el viento corren, 
buscan tus manos generosas,
se mecen hasta quedar dormidos como niños,
en tu cálido regazo.

martes, 23 de julio de 2013

OPORTUNIDADES


Entró una llamada con número desconocido  y  atendió. Era él, no reconoció su voz, aunque sólo habían pasado dos años, desde  su último encuentro.
- A las cinco. Vas a estar, no? En el bar de siempre.
Era una tarde cálida, la humedad se notaba en los adoquines, en los pocos que quedaban, también en el asfalto y en los toldos multicolores de los kioscos.
Camino al bar, ella se detuvo en una casa de modas para ver el vestido que exponían. Más que el modelo le atraía el género violeta, podría jurar que su madre le había hecho uno del mismo color para los domingos, cuando tendría 5 ó 6 años. Atrajo su atención la manera en que le caían encima las rosas  de la pañoleta dispuesta sobre la espalda del maniquí. La luz les daba de modo que, si se cambiaba el punto de vista, parecían estar en movimiento lento y constante, como ese holograma de Louis Armstrong  que había visto en el museo.
Puntualmente entró al bar. El gozne de la puerta continuaba haciendo el mismo ruido. Dio un vistazo, él no había llegado todavía. Eligió sentarse en la mesita del fondo, cerca del cuadro de Greta Garbo que, por cierto, seguía inclinado.
El ventilador del techo removía el vaho.
El mozo  estaba sentado en una de las sillas altas de la barra mirando atentamente a las mujeres que esperaban en una de las mesas.
Al fin lo vio entrar.
-Se me rompió el auto- Explicó.
Se sentó. Al instante estuvo allí el mozo para tomar el pedido. Dos cafés, uno cargado. Encendió, apurado, un cigarrillo. Aún le rondaba en la cabeza la conversación con el ingeniero que rechazó su proyecto. Mordía el filtro, ese gesto, a ella le hacía apretar los labios como la tiza, al raspar el pizarrón de la  escuela donde tuvo su primer trabajo.
-¿Qué  te dijo? -Quiso saber,  mientras reacomodaba su cartera  de hilo en el respaldo de la silla.
-Nada, que no se adapta a las necesidades de la empresa. Era una buena oportunidad. -Contestó.
Sacó la carpeta, leía lo escrito, revisó los planos.
- El presupuesto era inmejorable- Dijo. Cerró la carpeta. Otro cigarrillo. Trajo el cenicero de la mesa de al lado. Marcó un número en su teléfono  habló con alguien cerca de 15 minutos. Volvió a abrir la carpeta.
-Era una buena oportunidad- Repitió.
El cartón con los precios se movía cada vez que chirriaba el gozne de la puerta.
- El café está frío mozo- Reclamó ella.
El cielo parecía derrumbarse de un momento a otro. No era el cielo sino una oscura y densa masa revuelta que crujía intermitente.
Él había puesto la carpeta sobre una silla y buscaba el diario con los ojos entreabiertos por el humo profuso que emanaba de su boca.
Una tímida lluvia empezaba a caer. Ella tomó su bolso de hilo, sacó un lápiz, y en una servilleta empezó a escribir:

Iteración
El sonido de la lluvia se repite
En las hojas secas sobre el suelo seco
Después de cada verano

Se repite,
Como el pasado,
En tu sombra

Se repite,
Como la luna.
En todas las aguas.

No esperó otro café. Guardó su lápiz  y dejó el papel sobre la mesa. Se paró delante del cuadro de Greta, lo enderezó con cuidado, lo observaba mientras iba hacia la entrada.
En la puerta, antes de salir,  subió el cierre de la canadiense. Detuvo la mirada en  una nena que estaba en la vereda de en frente y con un paraguas rojo en la mano saltaba, como en una rayuela, los charquitos que comenzaban a formarse entre las baldosas rotas.

sábado, 25 de mayo de 2013

El poeta

es
en las entrelíneas
en los entreversos
en la imposibilidad de la metáfora
dentro del apretado silencio de su elipsis abierta
fuera de la ensordecedora rima

con ojos viscerales deletrea su mundo
otros mundos
como puede
como le permite su lengua
lengua que lo habita
y antecede

domingo, 24 de marzo de 2013

LOS OTROS

                                     "Mañana se lo llevan
                                      preso a un coronel
                                      por pinchar a la mermelada
                                      con un alfiler.
                                      Yo no sé por qué."
                                                María Elena Walsh

Temo,
que a pesar de los esfuerzos
la memoria siga frágil.

Que subyazca
como un demonio
el "Algo habrán hecho".

        Qué hicieron

Pidieron un boleto estudiantil con 17 años.
Otros pretendieron un aumento de sueldo.
Otros cantaron.
Otros pintaron.
Otros escribieron.
Otros estuvieron en una agenda.
Otros asistieron a los que tenían menos.
O simplemente,
la arbitrariedad del momento exacto,
los halló.

Qué hicieron

Fueron solidarios.
Opinaron.
Soñaron subvenir,
apuntalar,
el derecho a la igualdad.

Deseo que
    se pagaba
        con flagelos
               con hijos
                    con la vida

                              No obture el dolor la palabra
                              la palabra relate
                              qué hicieron
                              por muchos.